Frase del dia: "Es que ningun gobierno habia robado tanto en tan poco tiempo" -Anónimo

domingo, 10 de agosto de 2008

Compañera?

Este texto fue extraido de un mail que me enviaron recientemente y de verdad creo que vale la pena subirlo al blog. No se si uds pensaran lo mismo que yo, pero creo que el grado de veracidad de este artículo es de casi un 100%. Disfrútenlo.

Recientemente leí que el amor es una cuestión de química.
Debe ser por eso que mi esposa me trata como si fuera un desecho tóxico.

Cuando un hombre se roba a tu mujer no hay mayor venganza que dejar que se
la quede.

Después del casamiento, marido y mujer se vuelven caras de una misma moneda:
No pueden verse, pero siguen juntos.

Por todos los medios, cásate. Si tu mujer es buena, serás feliz. Si tu mujer
es mala, serás un filósofo.

Las mujeres nos inspiran grandes cosas, y no nos dejan conseguirlas.

La gran pregunta... que no he podido responder... es "¿Qué quiere una
mujer?" (Sigmund Freud)

Crucé unas palabras con mi mujer, y ella cruzó unos párrafos conmigo.

Algunas personas nos preguntan el secreto de nuestro largo matrimonio. Nos
reservamos tiempo para ir a un restaurante dos veces por semana. Luz de
velas, cena, música suave y baile. Ella va los jueves y yo los viernes.

No me preocupa el terrorismo. Estuve casado por dos años.

Hay una manera de transferir fondos que es mas rápida que en el banco. Se
llama matrimonio.

Tuve mala suerte con mis dos esposas. La primera me dejó, la segunda no.

Dos secretos para mantener vivo el matrimonio
1. Cuando estés errado, admítelo
2. Cuando tengas razón, cállate.

La manera más efectiva de recordar el cumpleaños de tu mujer es olvidarlo
una vez.

¿Sabes qué hice antes de casarme? Lo que quería.

Mi esposa y yo fuimos felices por veinte años. Después nos conocimos.

Una buena esposa siempre perdona a su marido cuando está equivocada.

El matrimonio es la única guerra en la que uno duerme con el enemigo.

Un hombre puso un aviso en los clasificados: "Busco esposa".
Al día siguiente recibió cien cartas. Todas decían lo mismo: "Puedes quedarte
con la mía."

Primer hombre (orgullosamente): - ¡Mi esposa es un ángel!
Segundo hombre: - Tienes suerte, la mía sigue viva.

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